EL MENSAJE SIN DESTINO

Debajo del árbol Yoshi vio una piedra. Debajo de la piedra había un agujero. Por el agujero salía un cordón. Tiró del cordón y sacó una caja metálica de galletas. Dentro de la caja metálica de galletas había otra caja de plástico transparente. Y dentro de la caja de plástico transparente, un sobre. En el sobre había una llave unida por un pequeño llavero a una cartulina que decía: “Busca bien bajo el árbol”. Yoshi se enfadó: “¡Es un fraude!”. Volvió al árbol y revisó la piedra que tapaba el agujero en el que se encontraba el cordón tirando del cual había sacado la caja metálica que contenía la caja de plástico transparente con el sobre en el que había encontrado la llave. No encontró nada nuevo. “¡Estúpido farsante!”. Mirando perdido hacia el agujero vio de pronto otro cordón. “¡Vaya!”. Tiró de él y extrajo otra caja, una caja verde con una cerradura, y la lógica le llevó hasta la llave encontrada previamente. Introdujo la llave en la cerradura, giró y... ¡Zas! La tapa de la caja verde se abrió. Dentro, tan solo un papel viejo doblado en cuatro partes. Lo desdobló y leyó: “Te quiero”. Junto a esas dos palabras, un plano dibujado torpemente, como intentando imitar los mapas del tesoro, indicaba una dirección. Intentó interpretar aquel plano en el que aparecía dibujado un árbol que supuso sería el árbol bajo el que se encontraba. Se colocó de espaldas a él y con el plano en la mano bajó la cuesta hasta la carretera, tomó esta por la izquierda y echó a andar hacia la siguiente manzana. Según decía aquel plano la segunda casa después de pasar aquella manzana era su destino. La casa estaba abandonada y semiderruida. Tras el balcón, unas cortinas raídas escondían el secreto de su interior. Estuvo tentado de entrar, pero finalmente decidió no hacerlo. Guardó el papel, doblándolo de nuevo previamente, en la caja, la cerró con llave y sin sacar la llave de la cerradura colocó con cariño la caja encima del buzón y se fue caminando.

Nunca supo quién o cuándo había vivido allí, pero pensó: “debió haberla amado tanto”.

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