EL ÚLTIMO DESEO

Cuando yo muera, que nadie me ponga flores; no quiero llantos, ni lamentos, ni funerales, ni músicas; no quiero poemas ni despedidas. Tampoco quiero alegrías ni bailes, ni fiestas de despedida ni celebraciones; no quiero que nadie esté triste ni pretenda estar alegre. Quiero que todo el mundo se comporte como si no hubiera muerto, que sigan viviendo y hablando de mí como si continuara viva; quiero que me llamen y se enfaden porque no les devuelvo la llamada, quiero que me inviten a sus fiestas y después se quejen porque no fui, que me pidan favores que no haré y después me los reprochen. Quiero que corran rumores de que alguien me vio, que inventen historias sobre mi paradero, que lancen piedras contra mi ventana, que deslicen notas por debajo de mi puerta. Quiero que con ternura me perdonen y confíen en verme muy pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario