UN SOLO FALLO

Mientras me enjuagaba los dientes, leía un capítulo de mi libro, atendía las noticias de la televisión, comprobaba el asado y limpiaba una manchita en la repisa, me acordé de que tenía que dar de comer a los peces. Teniendo en cuenta que mientras me acercaba al acuario recordé que había que poner la lavadora, cuando a la mañana siguiente amanecieron todos los peces muertos nadie en la familia se extrañó de que les hubiera echado para comer un vasito de detergente concentrado en polvo para lavadoras.

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